Jose cierra. La charcutería José Luis del Arco cierra y nosotros nos sentimos un poco huérfanos. Como su propietario anunciase hace ya algún tiempo, merecidamente, se jubila.
He sido testigo; lo considero un privilegio. Yo estuve allí. Recuerdo tu entusiasmo el día que inventaste las morcillas para microondas. Y el sabor refinado de tus lenguas embuchadas, su textura magra y acogedora para el diente. Siempre he admirado a los profesionales, sea cual sea su especialidad.
Ese establecimiento de embutidos ha sido, como tantos otros comercios que ya no están y unos pocos que aún quedan, parte de la identidad de este pueblo. No sé qué nuevo negocio ocupará el número 23 de Relator González, pero al pasar yo seguiré viendo tu tienda.
Un escritor sabe que todo comienzo ha de tener un final. Sin embargo el buen escritor sabe que ese final puede convertirse a su vez en un nuevo comienzo. De alguna forma es el fin de una era. Pero es también el comienzo de otra. Otra tan brillante como tú la quieras: en la que las truchas acudirán sumisas al reclamo y, en las charcas, el sol nunca pintará delatadoras sombras. Una en la que las piernas serán de nuevo sólidas columnas para el templo. La voluntad no tiene límites.
DATOS PRÁCTICOS
José Luis cerrará su tienda definitivamente el día 31 de diciembre. Estos días pueden convertirse en una oportunidad perfecta para pasar a conocer lo que fue una institución en el reino de la charcutería, un negocio familiar heredado de sus padres, como los de antaño, los de confianza. Allí podéis encontrar aún los últimos vestigios de una profesión aprendida con paciencia y desarrollada con mimo, con respeto hacia las cosas bien hechas y hacia el cliente. Aún podréis adquirir los últimos productos a la venta: algunas conservas interesantes, setas de El Campanillo, excepcionales espárragos blancos, productos de Tio Picho, vinos curiosos, algunos licores de la tierra, los últimos ibéricos (jamón, lomo y chorizos) en oferta, los maravillosos quesos de la región, el incomparable pimentón de La Vera a un precio sin competencia, etc.
Se os acogerá con el calor que siempre se ha dispensado al caminante.
José Luis del Arco
C/ Relator González 23
10700 Hervás (Cáceres)
Para escuchar Me gusta la gente sencilla, de Facundo Cabral
10 comentarios:
FELIZ AÑO NUEVO 2012
SALUDOS Y ABRAZOS.
Es lógico que llegado el momento la gente se jubile después de años de trabajo, bien merecido tienen el descanso. Pero no me negarás que se están perdiendo muchos de esos comercios de siempre en los que, además de buenos productos, encuentras la calidez humana que nunca tendrán las grandes superficies. Una lástima que nadie recoja el testigo.
Un saludo.
Quizá no lo recogen, en parte, porque los clientes parecen cada vez más atraídos por esas grandes superficies deshumanizadas... Puede que sea un signo de los tiempos, un terrible signo de los tiempos. Beso.
En mi zona son muchas las tiendas de "raigambre" que debido a la reconversión minera han echado el candado....una pena,ahora la gente se va a las grandes superficies y allí encuentran de todo...nada que ver con un buen chorizo hecho en casa o una buena morcilla,jamón....por no hablar de las perdidas de trabajo...del negocio familiar a la cajera o reponedor...sobre todo perdida de calidad de trabajo.
Perdona por el tocho.
Un abrazo.
Gracias, Xurde, por poner de manifiesto una triste realidad que quizá los habitantes de las grandes urbes no ven tan clara. Y ya puestos, por mucho que las normativas prohíban comercializar los productos de las matanzas familiares, ¿qué me dices de una buena morcillita casera hecha por los paisanos que aprendieron el arte de sus padres y abuelos? Dado que para el consumo familiar también existe el control veterinario, desde luego hay normas que merecen palos. Besos.
Me recuerda tu conmovedora historia con protagonista real, a un reportaje de Informe Semanal, quizá de los años setenta, donde el mismo ejemplo de persona de una tienda de barrio de ultramarinos, bajaba la persiana ante la amenaza presente y voraz de las grandes superficies.
Después de él, fueron miles los negocios familiares que cerraron. Espero que alguien le supla con dignidad.
Saludos.
Yo también, querido Javier. Aun así, no será lo mismo. Cuesta aceptar a veces que el tiempo no se puede parar. Daría cualquier cosa, por ejemplo, por poder volver a todos aquellos parajes de la infancia que fueron destruidos hace ya muchos años: por recuperar las especies vegetales y animales que ya apenas se ven. Evidentemente es imposible, pero soñar no cuesta. De modo que esas imágenes pueblan aún a menudo, no sólo mis recuerdos, sino también mis sueños. Besos.
Hola Salome que pases unas felices fiestas y para el nuevo año que llega se cumplan tus ilusiones.
¡feliz año 2012!.
un abrazo.
De nuevo por tu casa, disfrutando de las cosillas que nos dejas.
Saludos y un abrazo.
Bellissimo questo particolare del bosco complimenti ciao Salomè, un forte abbraccio l'amico Guido.
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